Las plantas suculentas (del latÃn succulentus, que significa: «jugoso» «sustancioso» )1​ o crasas son aquellas en las que algún órgano está especializado en el almacenamiento de agua en cantidades mayores que las plantas sin esta adaptación. Estos órganos de reserva tienen una alta proporción de tejido parenquimático.2​ El almacenamiento de agua en los órganos de algunas suculentas es de 90-95 %.3​ Su adaptación les permite mantener reservas de agua durante perÃodos prolongados, y sobreviven a los largos perÃodos de sequÃa en climas áridos. Uno de los ejemplos más conocidos de suculencia es el de los tallos de los cactus del Nuevo Mundo, similar al de varias euforbiáceas y apocináceas africanas. Ejemplos de hojas suculentas se encuentran en Aloe, Agave, y en las crasuláceas.
Todas las especies de las Suculentas (tanto cactus como crasas) son perfectas para quien tenga un jardÃn de bajo consumo de agua o zonas rocosas que quiera decorar con Naturaleza. La gran baza de cactus y crasas es que cuentan con una raÃz escasa (las crasas se pueden multiplicar por esquejes, sobre todo en primavera) y esto les permite adecuarse a cualquier medio (es decir: crecer incluso sobre roca o piedra). Eso sÃ, es importante saber que a pesar de que tanto cactus como crasas florecen la alegrÃa es breve: su floración dura poco tiempo.
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Los cactus, crasas y suculentas son algunos de los compañeros más agradecidos por gestionar a la perfección sus recursos de agua, almacenándolas en diferentes partes